Salida Embalse La Castellana,(Teixeiro)
Diez internos de la UTE acompañados por cuatro profesionales empezamos el pasado día 15, a las diez y media de la mañana lo que va ser un día especial, una ruta de senderismo desde el centro Penitenciario hasta el Embalse de la Castellana, y además conocer una serie de aldeas que están cerca del centro Penitenciario: Salme, Espiñeira, A Braña, Castelo, Paradela, Os Morangueiros, Polígono Industrial de Teixeiro…
Son las 10.30 y es hora de iniciar la marcha, después de aprovisionarnos de los correspondientes bocadillos, (tremendos bocadillos de mortadela: tres bollos de pan con dos lonchas de mortadela, monovariedad, ah…., y dos manzanas por si acaso) pero menos mal que hemos estado previsores y encargamos unas empanadas por que sino, los 20 Km. se nos iban a hacer cuesta arriba. http://picasaweb.google.es/uteteixeiro/20100415001#
Al salir amenazaba lluvia, pero decidimos iniciar la ruta sin quitar de vista el cielo, que se hallaba inundado de nubes. El primer tramo fue desde el propio centro hasta la aldea de Salme, tres Km., sobre pista asfaltada, donde lo más destacable es la cantidad de basura que hallamos en las cunetas que va desde la carretera de santiago al centro penitenciario, ruedas, latas, botellas, un auténtico despropósito. Se unió al grupo durante un rato un cachorro de pastor alemán que tenía intención de jugar. Una vez en Salme, cruzamos la vía férrea y empezamos el siguiente tramo por un camino forestal, durante 1Km. hasta encontrar un sendero que nos llevó hasta el río Mandeo, nuestra referencia para poder llegar al embalse de la Castellana. Seguimos por senderos de pescadores y nos encontramos con zonas preciosas, pero también con mucha basura, es una pena que existan personas tan poco cuidadosas y que inunden los márgenes de los ríos de botes de refrescos, botellas etc. Durante 2 Km. seguimos por eses senderos hasta que al final ya divisamos la cola del embalse, pero encontramos una pequeña dificultad, un pequeño río que desemboca en el embalse y hay que cruzarlo para poder seguir por lo que nos vemos obligados a seguir su cauce en busca de alguna zona para poder cruzar, hasta que optamos por hacer un mini puente con un árbol caído y así es como hemos podido atravesarlo y llegar al embalse.
Una vez en el embalse vaya sorpresa, lo primero que vemos es un sillón, si un sillón que ya veréis en las fotografías, no dábamos crédito, pero allí estaba esperando clientes para que lo usasen, en fin, ver para creer. Hacemos un alto puesto que son las doce y media, y ya empiezan a pesar las piernas, así que a comer un poco y descansar media horita, salvo Villa, que se atrevió a bañarse,,,, y se bañó,,,unos segundos, el agua estaba helada,.
Cruzamos el embalse y hallamos dos pescadores que tras una breve charla con ellos, y ante su estupefacción de ver tanta gente, nos enseñan su pesca, dos truchas y nos recomiendan que más adelante hay una “braña” impracticable, tenemos que rodearlo. Un poquito más adelante nos encontramos con algo excepcional, “un acivro”, el único que hemos encontrado y allí estaba solitario y escondido, una maravilla sabiendo que es una especie en peligro de extinción. Llegamos a la famosa “braña” y de verdad era imposible de atravesarla, pero como buenos senderistas lo hemos conseguido, no sin unos cuantos arañazos y pies encharcados. Llevamos ya siete Km., y según nuestros datos ya tenemos que abandonar el cauce del río y atravesamos una finca que estaban repoblando hasta llegar a una zona donde hacemos una segunda parada, un cuarto de hora, para poder situarnos y reposar, con cambio de calcetines incluidos. Estamos en una zona, que debido a los cortafuegos que existen, es muy fácil perderse, pero nuestro sentido de la orientación funciona de maravilla, no sin unos cuantos pinchazos de tojos, y así llegamos a la siguiente referencia, la aldea de Espiñeira. Son las 14.30h, y es hora de comer y descansar, cosa que hacemos a lado de una capilla y debajo de un castaño, donde más de uno echa una minisiesta, el cansancio ya empieza a ser nuestro compañero, y van 13 Km., pero las ganas, el buen clima de compañerismo y sobre todo para ellos, este día de libertad, bien merece la pena esta fatiga.
Después de una hora de descanso, decidimos iniciar de nuevo la marcha, las piernas nos piden más, así que nuestro próximo objetivo es el polígono de Teixeiro, que se encuentra a unos dos Km., por caminos agrícolas. Reiniciamos la marcha bajo un sol que ahora si se mostraba con fuerza, rodeándolo en su totalidad hasta llegar a la carretera nacional, la cruzamos y nos dirigimos hacia la aldea de os Morangueiros. Allí se sorprenden de vernos llegar. Es un núcleo con muy pocas casas y lo curioso que la pista asfaltada acababa allí, ante lo cual la sorpresa de la gente era mayúscula. Preguntamos a una señora como podríamos llegar a Castelo, y nos dice que por allí no, que nos vamos a perder, que volvamos hacia atrás, ya que por ahí son caminos muy antiguos y que no vamos ser capaces. Aceptamos el reto, y después de unas breves referencias que nos dio, nos aventuramos a ir por esa zona, y…muy bien, no nos hemos perdido, llegamos hasta un puente con una zona preciosa. Son las 17.30 y otro descanso, menos Raúl y Villa, que se bañan, y…el agua sigue estando congelada…
Vamos a empezar el último tramo por pista asfaltada, serán sobre unos cuatro Km., y ahora si, que se nota fatiga en todos, sobre todo cuando la carretera se nos pone cuesta arriba, pero seguimos muy animados y sobre todo el gran nivel de compañerismo entre tutores e internos hace que las fuerzas no fallen, cruzamos A Graña, Castelo y al fin llegamos a Paradela, y como no, nos merecemos un cafetín en la Taberna del Pueblo, allí estamos media hora, antes de bajar al Centro Penitenciario, que ya está a medio Km., y ahora es cuando el cielo si amenaza lluvia. Son las 19.30 h cuando entramos en el Centro y justo a los cinco minutos se desata una lluvia torrencial…….. ¡A quien tenemos que darles las gracias!
Luis UTE
Son las 10.30 y es hora de iniciar la marcha, después de aprovisionarnos de los correspondientes bocadillos, (tremendos bocadillos de mortadela: tres bollos de pan con dos lonchas de mortadela, monovariedad, ah…., y dos manzanas por si acaso) pero menos mal que hemos estado previsores y encargamos unas empanadas por que sino, los 20 Km. se nos iban a hacer cuesta arriba. http://picasaweb.google.es/uteteixeiro/20100415001#
Al salir amenazaba lluvia, pero decidimos iniciar la ruta sin quitar de vista el cielo, que se hallaba inundado de nubes. El primer tramo fue desde el propio centro hasta la aldea de Salme, tres Km., sobre pista asfaltada, donde lo más destacable es la cantidad de basura que hallamos en las cunetas que va desde la carretera de santiago al centro penitenciario, ruedas, latas, botellas, un auténtico despropósito. Se unió al grupo durante un rato un cachorro de pastor alemán que tenía intención de jugar. Una vez en Salme, cruzamos la vía férrea y empezamos el siguiente tramo por un camino forestal, durante 1Km. hasta encontrar un sendero que nos llevó hasta el río Mandeo, nuestra referencia para poder llegar al embalse de la Castellana. Seguimos por senderos de pescadores y nos encontramos con zonas preciosas, pero también con mucha basura, es una pena que existan personas tan poco cuidadosas y que inunden los márgenes de los ríos de botes de refrescos, botellas etc. Durante 2 Km. seguimos por eses senderos hasta que al final ya divisamos la cola del embalse, pero encontramos una pequeña dificultad, un pequeño río que desemboca en el embalse y hay que cruzarlo para poder seguir por lo que nos vemos obligados a seguir su cauce en busca de alguna zona para poder cruzar, hasta que optamos por hacer un mini puente con un árbol caído y así es como hemos podido atravesarlo y llegar al embalse.
Una vez en el embalse vaya sorpresa, lo primero que vemos es un sillón, si un sillón que ya veréis en las fotografías, no dábamos crédito, pero allí estaba esperando clientes para que lo usasen, en fin, ver para creer. Hacemos un alto puesto que son las doce y media, y ya empiezan a pesar las piernas, así que a comer un poco y descansar media horita, salvo Villa, que se atrevió a bañarse,,,, y se bañó,,,unos segundos, el agua estaba helada,.
Cruzamos el embalse y hallamos dos pescadores que tras una breve charla con ellos, y ante su estupefacción de ver tanta gente, nos enseñan su pesca, dos truchas y nos recomiendan que más adelante hay una “braña” impracticable, tenemos que rodearlo. Un poquito más adelante nos encontramos con algo excepcional, “un acivro”, el único que hemos encontrado y allí estaba solitario y escondido, una maravilla sabiendo que es una especie en peligro de extinción. Llegamos a la famosa “braña” y de verdad era imposible de atravesarla, pero como buenos senderistas lo hemos conseguido, no sin unos cuantos arañazos y pies encharcados. Llevamos ya siete Km., y según nuestros datos ya tenemos que abandonar el cauce del río y atravesamos una finca que estaban repoblando hasta llegar a una zona donde hacemos una segunda parada, un cuarto de hora, para poder situarnos y reposar, con cambio de calcetines incluidos. Estamos en una zona, que debido a los cortafuegos que existen, es muy fácil perderse, pero nuestro sentido de la orientación funciona de maravilla, no sin unos cuantos pinchazos de tojos, y así llegamos a la siguiente referencia, la aldea de Espiñeira. Son las 14.30h, y es hora de comer y descansar, cosa que hacemos a lado de una capilla y debajo de un castaño, donde más de uno echa una minisiesta, el cansancio ya empieza a ser nuestro compañero, y van 13 Km., pero las ganas, el buen clima de compañerismo y sobre todo para ellos, este día de libertad, bien merece la pena esta fatiga.
Después de una hora de descanso, decidimos iniciar de nuevo la marcha, las piernas nos piden más, así que nuestro próximo objetivo es el polígono de Teixeiro, que se encuentra a unos dos Km., por caminos agrícolas. Reiniciamos la marcha bajo un sol que ahora si se mostraba con fuerza, rodeándolo en su totalidad hasta llegar a la carretera nacional, la cruzamos y nos dirigimos hacia la aldea de os Morangueiros. Allí se sorprenden de vernos llegar. Es un núcleo con muy pocas casas y lo curioso que la pista asfaltada acababa allí, ante lo cual la sorpresa de la gente era mayúscula. Preguntamos a una señora como podríamos llegar a Castelo, y nos dice que por allí no, que nos vamos a perder, que volvamos hacia atrás, ya que por ahí son caminos muy antiguos y que no vamos ser capaces. Aceptamos el reto, y después de unas breves referencias que nos dio, nos aventuramos a ir por esa zona, y…muy bien, no nos hemos perdido, llegamos hasta un puente con una zona preciosa. Son las 17.30 y otro descanso, menos Raúl y Villa, que se bañan, y…el agua sigue estando congelada…
Vamos a empezar el último tramo por pista asfaltada, serán sobre unos cuatro Km., y ahora si, que se nota fatiga en todos, sobre todo cuando la carretera se nos pone cuesta arriba, pero seguimos muy animados y sobre todo el gran nivel de compañerismo entre tutores e internos hace que las fuerzas no fallen, cruzamos A Graña, Castelo y al fin llegamos a Paradela, y como no, nos merecemos un cafetín en la Taberna del Pueblo, allí estamos media hora, antes de bajar al Centro Penitenciario, que ya está a medio Km., y ahora es cuando el cielo si amenaza lluvia. Son las 19.30 h cuando entramos en el Centro y justo a los cinco minutos se desata una lluvia torrencial…….. ¡A quien tenemos que darles las gracias!
Luis UTE
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