LA CARA GRIS DE LAS DROGADICCIONES
19/01/2012 - Francisco García / El Progreso (Rábade)
Más de una treintena de adolescentes de Rábade, en su mayoría alumnos del centro Santo Anxo de la localidad, participaron ayer, en el centro sociocultural, en una experiencia novedosa en el ámbito de la prevención del consumo de drogas.
Los integrantes de la unidad terapéutica y educativa (Ute) del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña), con la financiación de la fundación Barrié, desarrollan un interesante programa, denominado Di K Non, en institutos de la comunidad autónoma
El objetivo no es exclusivamente el de informar a los adolescentes sobre los peligros que supone el consumo de drogas, «porque es un aspecto sobre el que ya hay mucha información que los jóvenes conocen», explica el coordinador del programa, José Luis Fernández. En este sentido, añade que «lo que pretendemos es darles a conocer la otra cara de la drogadicción, sensibilizándolos de que el consumo de cualquier tipo de estupefaciente es muy difícil de superar y, muchas veces, arrastra unas consecuencias que los adolescentes no se plantean como es acabar de recluso en una cárcel por pequeños delitos de robos o trapicheo».
El taller se divide en dos fases. La que tuvo lugar ayer en Rábade es la primera, en la que los reclusos acuden a los centros de enseñanza para tomar un primer contacto con los jóvenes.
Para aproximarse lo máximo posible a la forma de ver la vida de un adolescente, los integrantes de la Ute de Teixeiro recurren a la música y el teatro. Los reclusos hacen una performance en la que se cuenta la historia de un chico de 16 años, ‘pizzero’ de profesión, que rompe con su novia y decide ir a la discoteca a ‘pillar’.
Los integrantes de la unidad terapéutica y educativa (Ute) del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña), con la financiación de la fundación Barrié, desarrollan un interesante programa, denominado Di K Non, en institutos de la comunidad autónoma
El objetivo no es exclusivamente el de informar a los adolescentes sobre los peligros que supone el consumo de drogas, «porque es un aspecto sobre el que ya hay mucha información que los jóvenes conocen», explica el coordinador del programa, José Luis Fernández. En este sentido, añade que «lo que pretendemos es darles a conocer la otra cara de la drogadicción, sensibilizándolos de que el consumo de cualquier tipo de estupefaciente es muy difícil de superar y, muchas veces, arrastra unas consecuencias que los adolescentes no se plantean como es acabar de recluso en una cárcel por pequeños delitos de robos o trapicheo».
El taller se divide en dos fases. La que tuvo lugar ayer en Rábade es la primera, en la que los reclusos acuden a los centros de enseñanza para tomar un primer contacto con los jóvenes.
Para aproximarse lo máximo posible a la forma de ver la vida de un adolescente, los integrantes de la Ute de Teixeiro recurren a la música y el teatro. Los reclusos hacen una performance en la que se cuenta la historia de un chico de 16 años, ‘pizzero’ de profesión, que rompe con su novia y decide ir a la discoteca a ‘pillar’.
La historia
«Primero un cigarrito y una copa, después un porro, más tarde una raya y una pastilla por aquí y otra por allí, hasta que el ‘pizzero’ sale de la discoteca puesto hasta arriba de todo», cuentan los protagonistas de la historia.
Llega, entonces, el cruel final. El joven coge la moto «puesto de todo», se salta un semáforo en rojo y tiene un accidente que termina con su vida.
Pero, morirse no es la única consecuencia del consumo de drogas, la cárcel también es una posibilidad. «Con esta experiencia, nuestro objetivo es que los chavales, que ya están informados sobre muchos aspectos relacionados con el mundo de la droga, sean conscientes de que la adicción puede llevar a los pequeños robos, a los trapicheos y, finalmente, la justicia es impasible y acaban condenados a diez o doce años de prisión por delitos relacionados con el consumo», señala José Luis Fernández.
Tras la obra teatral, los propios reclusos explican las consecuencias de su drogadicción, especialmente lo que supone la pérdida de libertad y el ingreso en una prisión. Después, son los adolescentes los que pueden preguntar a los reclusos todo lo que les interese al respecto.
Pero, morirse no es la única consecuencia del consumo de drogas, la cárcel también es una posibilidad. «Con esta experiencia, nuestro objetivo es que los chavales, que ya están informados sobre muchos aspectos relacionados con el mundo de la droga, sean conscientes de que la adicción puede llevar a los pequeños robos, a los trapicheos y, finalmente, la justicia es impasible y acaban condenados a diez o doce años de prisión por delitos relacionados con el consumo», señala José Luis Fernández.
Tras la obra teatral, los propios reclusos explican las consecuencias de su drogadicción, especialmente lo que supone la pérdida de libertad y el ingreso en una prisión. Después, son los adolescentes los que pueden preguntar a los reclusos todo lo que les interese al respecto.
Di k non
El programa Di K Non se enmarca en el proyecto Carmela Arias-Ute de Teixeiro y ha tenido una gran acogida por parte de la comunidad educativa, especialmente la de Secundaria y Bachillerato, a cuyos alumnos va directamente destinada.
Este año, las actividades de Di K Non se desarrollarán hasta el mes de mayo, visitando diez centros docentes gallegos y llevando la experiencia a unos 1.500 alumnos. Hasta el momento, el programa fue desarrollado en centros de A Coruña, Pontedeume, Curtis, As Pontes y, ayer, en Rábade.
Las actividades de Di K Non se completan con una guía didáctica para trabajar con ella antes, durante y después de las sesiones prácticas, así como documentación de apoyo, que ha sido elaborada por la Ute de Teixeiro, con el asesoramiento del equipo de maestros de educaBarrié.
Además, el programa dispone de un blog en internet, que se convierte en un foro de debate, en el que los chavales, además, pueden formular todas las preguntas que consideren oportunas.
Esta es otra de las experiencias que desarrolla la fundación Barrié en el ámbito de los centros de reclusión y para la reinserción de personas que han sido privadas de libertad por cualquier delito. Además, esta entidad colabora también en otras actuaciones dedicadas a fomentar la educación y formación entre los reclusos para su futura reintegración social.
SEGUNDA PARTE
Reflexionar tras las rejas de una celda
Dentro de unos días se desarrollará la segunda fase del proyecto Di K Non. Los jóvenes que ayer estuvieron en Rábade en la primera parte acudirán dentro de unos días al centro penitenciario de Teixeiro, en el que se desarrollará la segunda fase.
«En la prisión, desde el primer momento, los jóvenes toman conciencia de lo que supone vivir allí por distintos medios, incluso se les hace conscientes a través de sonidos que nunca se podrán oír en una cárcel, como es, por ejemplo, el ruido que hace el agua de un río».
Entre rejas
Entre otras cuestiones, en Teixeiro se ofrece a los estudiantes participantes la posibilidad de reflexionar en el interior de una celda sobre lo que supone vivir allí y después analizan sus conclusiones.
1 comentarios:
hola, enhorabuena por lo que haceis con los jovenes que sepan lo que es la vida en prision, ya que .......... ellos son el futuro de mañana
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